Una de las grandes carencias de todos los tiempos, ha sido la “comunicación”. Mirando el tema desde años remotos, es ésta quien ha llevado a la humanidad a tener grandes conflictos en distintos ámbitos, tales como la comunicación social, la empresarial, la de relaciones laborales y de relaciones sindicales.
Quizás se piensa que la comunicación es el juego de palabras que debe haber entre una persona que hable y otra que escuche, pero ¿es así de simple?, ¿solo basta emitir sonidos al hablar para generar una buena comunicación? Tratando de responder a estas preguntas, nos basamos en muchos estudios realizados por expertos el tema, uno de ellos es Martha Nussbaum, quien nos dice que uno de los aspectos más importantes para tener una vida plena, es “mantener una buena comunicación”.
Muchas veces la mente quiere decir tanto, pero al emitir palabras, se dice algo diferente a lo que se está pensando, la pregunta es: ¿dije lo que quería decir? Y la respuesta ante esta interrogante, graciosamente, es que se escuchó diferente.
Cuando se prepara un discurso para ser presentado frente a una asamblea o en una negociación, se debe hablar lo correcto, es decir, se debe decir exactamente lo que se está pensando, se debe transmitir el mensaje comunicacional con los movimientos del cuerpo, con el tono de voz, con la expresión general, ya que todo comunica. Por ejemplo, si ocupamos un tono muy suave con movimientos inadecuados, se podría llegar a interpretar como debilidad, por el contrario, si la voz es alta con movimientos de brazos bruscos no acordes a lo que se está presentando, se puede interpretar como cierto tipo de agresión.
Por estas razones, es importante aprender a hablar y a entregar el mensaje que se da hablando, es decir, a lograr armonía y coherencia entre 3 factores fundamentales: las palabras, la voz y el cuerpo (movimientos), ya que la comunión entre estos puntos, es lo que entrega el mensaje que llega al interlocutor. Es necesario que los pensamientos sean transmitidos con las palabras exactas, con el tono adecuado y con la expresión corporal precisa. Sin embargo, es extraño que oradores sindicales, representantes y delegados de la comunidad laboral sepan manifestarse de forma adecuada ante las asambleas, e incluso frente a sí mismos.
Como Sindicalizapp, tenemos el objetivo de generar ese aprendizaje, de entregar el conocimiento exacto para que lo que piense sea transmitido, para que todo propósito, a través de una comunicación de excelencia, llegue a brindar los frutos esperados.
Nunca es tarde para adquirir conocimientos, para aprender a transmitir las ideas que hay para decir y, más allá de que simplemente se escuche bonito, para entregar el mensaje que se quiere plantear, dado que de eso dependerán los resultados que se obtengan.
En conclusión, una de las carencias sindicales más importantes en estos tiempos, es saber comunicar, es entregar el mensaje que se quiere transmitir a los demás, con coherencia en la palabra, la voz y la expresión corporal. Sobre todo, si se considera que la comunicación, es la clave que abre las puertas en la obtención de buenos resultados en las negociaciones.