En el ambiente sindical, la comunicación es imprescindible, pues la falta de ella nos puede traer un sinfín de situaciones desfavorables, así que el manejo de todos los aspectos de la comunicación se convierte en un activo imprescindible para un líder sindical.
Continuando con el tema anterior, ahondaremos sobre cómo puedes armar tu discurso, cómo estructurarlo y sobre todo cómo hacerlo más efectivo y envolvente.
Existen diversas maneras de dividir un discurso, pero actualmente, tanto por costumbre como por simpleza, pero ahora lo distribuiremos de la siguiente manera:
1.- Inicio o despegue.
2.- Cuerpo, medio o columna.
3.- Conclusión o remate.
1.- Inicio:
Reza el dicho que quien da el primer golpe, gana. Con relación al discurso, Aristóteles decía: “El comienzo es más que la mitad del todo”.
Con un buen comienzo, al igual que con una buena primera impresión, te aseguras de tener el interés y la atención del público. Además, no se tiene una segunda oportunidad para comenzar un discurso, entonces tienes que sacarle el mayor provecho posible.
Para emitir la primera palabra del discurso, antes debes haber realizado un largo proceso de preparación, por lo que, si has hecho la mencionada tarea referente a tu primera intervención, ya te habrás ganado al público. Es decir, necesitas satisfacer sus expectativas y mantenerlos entusiasmados para ganarte la atención, consideración y credibilidad de la audiencia.
Por otro lado, recuerda que la comunicación no es solo verbal, por esta razón tu presencia, postura y gesticulaciones juegan un papel importantísimo en la totalidad del discurso.
2.- Cuerpo:
Aquí plantearás de forma organizada, sistematizada y ordenada los puntos imprescindibles a tratar en la intervención, de manera tal que el mensaje llegue al público en la medida que tus reflexiones, sensaciones y emotividad lo han planteado.
El cuerpo es la parte vital de cualquier discurso, por ello aquí habrás de plantear el tema a tratar, todos su pormenores y alternativas en una forma que a la audiencia le permita reflexionar de conformidad con la información que ya maneja y su propia experiencia. Por tu parte, podrás ir reaccionando y reflexionando junto a ellos, ya que la oratoria, de cierta manera es también el arte de reflexionar frente al público, con y para el público.
3.- Conclusión:
Finalmente, recapitula lo planteado durante toda la intervención, procurando siempre mover afectos y voluntades, ya que tu objetivo es recabar las respuestas del público.
Tal como en el inicio, una buena primera impresión te lleva por buen camino para obtener la atención y el interés del público, así mismo un buen cierre te conseguirá el alcance de los objetivos planteados con tu discurso, al hacer tu propuesta de una manera afectuosa. Por esto es preciso que el público se lleve “algo” del expositor, así que como un extra, te propondré varios factores que le ayudarán a darle ese “algo o toque final” a tu discurso que es como la cereza que completa el pastel.