Preguntas que todo empleado (y empleador) debe hacerse al momento de formar parte de un sindicato.
Un líder es, indiscutiblemente, una pieza esencial para el buen funcionamiento de cualquier organización. Existen muchos tipos de liderazgos, cada uno con sus puntos brillantes y con sus motas (luego si desean, podemos dedicar un artículo a este tema) pero, a donde esté puesta la mente del líder, hacia allá marchará la organización que este encabeza, claramente.
En el mundo híper competitivo de hoy día, un buen líder no sólo es aquel que demuestra tener el mayor talento o el del desempeño más sobresaliente, sino que también debe comportarse con temple. Por ende, resulta importante que esta persona a cargo de encaminar la organización cuente con el tiempo suficiente para trazar metas, planificar estrategias y evaluar los resultados. Sin embargo, también es altamente recomendable que éste pueda liderar con el ejemplo, es decir, que sea en su propio mérito un miembro ejemplar de su organización.
En el campo laboral, al momento de elegir al líder sindical, éste cuenta con un recurso llamado fuero sindical, el cual le brinda al trabajador la certeza de que no podrá ser cesado de su cargo desde el momento de su elección como director sindical y hasta seis (6) meses luego de haber cumplido con su mandato, como lo indica el artículo 243 del Código de Trabajo Chileno. La única forma sería a través de la autorización de un juez competente y sólo podrá concederla en los causales señalados en los numerales 4 y 5de los artículos 159 y 160 del Código de Trabajo Chileno.
Esto asegura al líder de su organización laboral, que tendrá la tranquilidad de poder ejercer su cargo sin ningún tipo de coerciones por parte del patrón. Aunque también le asegura al patrón que esta persona no está imbuida con inmunidad, sino que tiene que regirse acorde a lo establecido en el Código de Trabajo Chileno.
Otro recurso con el que cuentan los directores sindicales son las horas de Permiso Sindical. Este permiso le otorga diez (10) horas semanales de permiso sindical a aquellos dirigentes de sindicatos bases que también sean dirigentes de federaciones o confederaciones, según lo reflejado en el artículo 249 del Código de Trabajo de Chile. En este artículo se consideran que los dirigentes gocen de un mínimo de seis (6) horas semanales para cada director y de ocho (8) si son miembros de una organización con más de 250 trabajadores.
Por supuesto, hay varias restricciones en torno a este permiso, por ejemplo: el dirigente de sindicato base que también sea un dirigente de federación o de confederación, sólo podrá gozar del permiso sindical de éste último, así como lo dicta la Dirección de Trabajo en su dictamen 2259/101 del 15 de septiembre de 1994.
Así mismo, los directores que no utilicen su derecho a ausentarse de su trabajo para realizar actividades relacionadas con sus deberes dentro de la organización sindical, podrán hacer uso de ellas luego, por diez (10) horas semanales, acumulándolas hasta por un periodo de un (1) mes calendario.
De igual manera, en el artículo 249 del Código del trabajo está establecido que los empleadores no pueden poner condiciones para el uso de estas horas. Aunque esto no excluye a los dirigentes que quieran hacer uso de las mismas, del deber de avisar a sus empleadores cuando van a hacer uso de sus horas de permiso sindical. Esto está sustentado también en el dictamen 814/036 de fecha 06 de febrero de 1992 en donde se salvaguarda la capacidad de administrar y dirigir la empresa que la ley le asigna privativamente al empleador.
Este mecanismo de aviso por parte de los dirigentes sindicales para con sus empleadores, puede estar incluido en las reglas internas de la empresa. Se pueden crear procesos y plazos para los avisos, e incluso sanciones por su incumplimiento. Sin embargo, dichas sanciones no pueden establecer la pérdida o supresión de las horas de permiso sindical con las que cuenta el dirigente sindical.
Estos dos recursos son puestos a la orden para garantizar que las organizaciones sindicales le pongan la mayor dedicación y esfuerzo a trabajar en pro de sus agremiados. Por ende, el buen aprovechamiento de éstos traerá como recompensa una mejor gestión y en consecuencia una mejoría para todos dentro de la organización.